jueves, 3 de febrero de 2011

BIENVENIDOS

SOMOS SALESIANOS
Me causa inmensa alegría poder compartir este espacio con ustedes, estudiosos de los GRADOS OCTAVO Y NOVENO del Colegio San Roque. Va a ser muy importante el estarnos comunicando y buscando la manera de ponernos en contacto y más ahora cuando los medios lo facilitan de una manera tan inmediata.
No olviden que aquí estamos para compartir experiencias, pero sobre todo para crecer integralmente yendo hacia la meta que vemos es la realización de nuestras personas.
Hemos comenzado nuestro año lectivo hablando un poco lo referente a nuestro SER SALESIANO, sabiendo que por el hecho de estudiar en un Colegio dirigido por aquellos que siguen el CARISMA SALESIANO, estamos formando parte de una gran familia en la cual nadie debe hacerse el desentendido y donde todos formamos parte vital de la Comunidad.

EL SISTEMA EDUCATIVO DE SAN JUAN BOSCO

Para San Juan Bosco era muy importante la educación de los jóvenes a partir de un sistema que él mismo llamó "EL SISTEMA PREVENTIVO" basado por entero en la Religión, la razón y Amor de tal manera que el joven, la joven encontrara en el Salesiano a un amigo de verdad que no solamente buscara su bien, sino que lo hacía amigo del Señor.
LA RELIGION
Dentro del Sistema Preventivo, hace referencia al amor al Señor de tal manera que al joven se le eduque desde su respuesta, su compromiso con Dios haciendo que lo tenga como eje de su existencia. Una educación sin religión, vista de este modo, no tiene validez.
LA RAZON
Hace referencia a que al joven hay que darle a saber del por qué de las cosas que se hacen y para qué. Que él tenga razones para obrar a conciencia sobre los hechos de su vida de tal manera que no peque por ignorancia. La Razón, dentro del Sistema Preventivo, hace que haya mayor diálogo, que las cosas no sean impuestas y que si se llegase a una falta, el joven acepte cumplir la sanción de una manera positiva.
EL AMOR
Visto desde la manera de educar de San Juan Bosco, el amor es la base para que el joven le halle interés a su formación y al mismo tiempo quiera esforzarse por alcanzar metas que se le planteen ya que ve que es un amigo y por su bien que se le sugieren. Por algo Don Bosco decía: "Es preciso amar lo que los jóvenes aman para que a su vez ellos comiencen a amar lo que nosotros queremos que ellos amen."



EL SISTEMA PREVENTIVO

El Sistema Preventivo Salesiano o Sistema Preventivo de Don Bosco,
se refiere al método educativo desarrollado por la Congregación Salesiana a partir de la experiencia educativa de Don Bosco. El sistema nació como una respuesta al Sistema Represivo de educación que primaba en la Europa del siglo XIX y sus territorios de influencia. En tal sentido, la propuesta de Don Bosco se convirtió en una experiencia visionaria en el desarrollo de la educación contemporánea.
Si bien Don Bosco es su principal representante con la difusión de sus escuelas en todo el mundo, otros personajes aportaron a su desarrollo como Felipe Neri y Francisco de Sales.
Don Bosco escribió sólo un tratado acerca de su método de formación en 1877: El Sistema Preventivo en la Educación de los Jóvenes, que fue incluido en las primeras Constituciones de la Sociedad de San Franscisco de Sales.
Otros sistemas de educación se han inspirado en el sistema preventivo salesiano y éste es materia de permanente estudio y adaptación. En síntesis, sistema preventivo quiere decir "prevenir" al joven de los peligros a los que puede estar sometido y orientarlo a dirigir su vida hacia un futuro mejor.
HISTORIA
La historia del sistema preventivo salesiano comienza en la historia de vida y apostolado de Juan Bosco (1815 - 1888) en la Turín de la segunda mitad del siglo XIX. Si bien Don Bosco no escribió grandes tratados al respecto, dejó los elementos primordiales que permitirían un desarrollo posterior de lo que él había vivido como una novedosa propuesta educativa que respondía a las necesidades de los jóvenes de su tiempo y de su patria.
Según Carlo Nanni, el sistema preventivo no nació en un escritorio ni es fruto de una exclusiva literatura pedagógica, sino que debe ser leído en la persona misma de Don Bosco. De esta manera, quien desee entender las bases fundantes del SPS debe antes que nada conocer a profundidad la biografía de Juan Bosco.
Nanni define además a Juan Bosco como "hombre de acción" más que como un teórico y, sin embargo, ello no quiere decir que Don Bosco no hubiese dejado algún tipo de tratado al respecto. Las obras de Don Bosco que pueden ser elencadas como de obligatoria lectura para conocer los principios del SPS son:
1.     Las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales, una obra que fue escrita entre 1873 y 1879 y en la cual Don Bosco describe las actividades pastorales y educativas en dicho centro.
2.     El Sistema Preventivo en la Educación de la Juventud, escrita en 1877.
3.     Cartas de Roma, se trata de dos escritos que Don Bosco elaboró en su visita a Roma el 10 de mayo de 1884, una carta a los jóvenes y una a los salesianos. En particular estas cartas son de un valioso contenido pedagógico.
Los historiadores de Don Bosco coinciden en el hecho de que éste no dejó un corpus metódico que pudiera ser definido como el estudio metódico del SPS. Este sería tarea de los salesianos.
EL SISTEMA REPRESIVO
El concepto de sistema represivo fue definido por Don Bosco en la introducción que él mismo elaboró al Reglamento para las Casas Salesianas en 1877.
Don Bosco destaca la distancia que existía entre el joven sujeto de la educación y su superior entendido como el educador o profesor en términos modernos. El castigo físico era la única manera de garantizar el orden en este tipo de sistema y del mismo Don Bosco señalaría que éste no tiene la garantía de una formación real en valores a largo plazo:
El sistema represivo puede impedir un desorden, mas con dificultad hacer mejores a los que delinquen. Se ha observado que los muchachos no olvidan los castigos que se les han dado; y que, por lo general, conservan amargor junto con el deseo de sacudir el yugo de la autoridad y aun de tomar venganza (...).
Aunque Don Bosco estaba confrontando un sistema tenido como esencial para la educación de la Europa que él conoció a lo largo del siglo XIX y que enfatizaba la frase "la letra con sangre entra", el sistema represivo sigue siendo en la actualidad una propuesta vista como esencial en muchas regiones del mundo, especialmente en países en vías de desarrollo, pero también en algunas sociedades industrializadas.
Según un informe de la BBC, para el 2006 se contaban 109 naciones del mundo que habían abolido el castigo físico dentro de la formación escolar, pero todavía existen sociedades en donde no se concibe una educación sin ellos.
EL SISTEMA PREVENTIVO SEGÚN DON BOSCO
En contraposición a dicho sistema represivo, que Don Bosco conocía bien y que había sufrido ya como joven de su tiempo, nace la experiencia del sistema preventivo. Ante todo es necesario aclarar que Don Bosco desarrolló este pensamiento con muchachos difíciles al optar por los jóvenes marginales de una ciudad que como la Turín de la mitad del siglo XIX vivía su propia revolución industrial, atraía a niños y jóvenes campesinos empobrecidos y creaba situaciones extremas como pandillas juvenilesniños de la calledelincuencia juvenil, explotación infantil y otros dramas. Por lo tanto, el sistema preventivo fue sometido en sus inicios a las realidades de punta y no concebido bajo condiciones favorables. Justamente hacia este tipo de jóvenes el sistema represivo estaba más que orientado y de hecho la visita de Don Bosco a las cárceles de Turín atestadas en la época de menores de edad le convencerían de ello.
Algunos elementos descritos por Don Bosco de su sistema preventivo son los siguientes:
1.     El adulto-educador-formador debe ser una persona de vocación por el oficio educativo y no practicar esto como un mero oficio.
2.     El joven nunca debe estar solo, sino sentirse siempre acompañado. La asistencia salesiana no es vigilancia o guardia de chicos, sino una presencia formativa y constructiva.
3.     Las actividades lúdicas, recreativas, deportivas, artísticas, son esenciales en la formación del joven. En este sentido Don Bosco cita a Felipe Neri: "Haced lo que queráis, a mí me basta que no cometáis pecado", que traducido en términos modernos implica la educación en la libertad responsable del joven y en el apoyo a sus talentos.
4.     La práctica de piedad y la fidelidad a la propia religión y fe. Es de resaltar que Don Bosco, siendo sacerdote católico de un tiempo sumamente conservador en la historia de la Iglesia, no expresa ningún tipo de coerción o propaganda religiosa: "No se ha de obligar jamás a los alumnos a frecuentar los santos sacramentos; pero sí se les debe animar y darles comodidad para aprovecharse de ellos". Este factor sería clave en la expansión del Colegio Salesiano en los cinco continentes y la bienvenida en países de otras confesiones con un pensamiento que se adelantó cien años al Concilio Vaticano II.
5.     El ambiente educativo debe ser cuidadosamente examinado de manera tal que se evite el ingreso de elementos nocivos para la formación moral y humana del joven. Don Bosco insistía en la elección de "buenas compañías", así como la selección de buenas lecturas y otras cosas.
6.     Don Bosco también expone como parte del SPS las "Buenas Noches", un elemento nacido en el contexto de los internados salesianos, pero que después se traduciría también en los "Buenos Días", momento en el cual el director, rector o superior se dirige a los jóvenes con "palabras afectuosas en público (...) para avisarlos o aconsejarlos sobre lo que han de hacer o evitar". Las Buenas Noches o su correlativa Buenos Días significaba una reflexión de lo que pasaba en la cotidianidad de la escuela y de las moralejas que de ello podría nutrirse toda la comunidad educativa. Y anotaba Don Bosco: "Aquí está la clave de la moralidad y de la buena marcha y éxito de la educación".
Don Bosco resalta las consecuencias del sistema preventivo dentro de la educación del joven: el alumno ganará afecto por el adulto-educador-formador porque lo considerará más que un cuida-chicos, un Padre y un Maestro en el sentido más profundo del término. Así resumiría: "Procure el educador hacerse amar de los alumnos si quiere hacerse temer". Todo niño, incluso el más díscolo, violento o indisciplinado, tiene siempre una esperanza y dentro del SPS éste encontrará un espacio para cambiar, no por medio de la represión y los castigos físicos, sino del diálogo y el sentimiento de hacer parte de una gran familia educativa.
Ciertamente Don Bosco habla de las realidades que en la educación de su tiempo se vivían, pero que hoy pueden ser vistas aún incluso en sociedades de un supuesto desarrollo social.
Por otra parte, Don Bosco insiste en que los alumnos deben conocer muy bien los reglamentos y comprenderlos como parte de su caminar formativo. La norma no debe ser una sorpresa para el joven.

LAS VIRTUDES TEOLOGALES

INTRODUCCIÓN
Estas bases del Sistema Preventivo, a su vez, tienen su alma en las virtudes telologales: fe, esperanza y Caridad (representadas con una ancla, una estrella y un corazón) y que forman un todo para formar "Buenos cristianos y honrados ciudadanos."

Es propio del Carisma Salesiano incluir en el escudo de la Institución, los signos o con lo que se representan estas virtudes teologales. Siempre encontraremos el Ancla, la Estrella y el Corazón ocupando un puesto singular dentro de la simbología de nuestras obras ya que, de fondo, los Salesianos siempre estaremos presentando el fundamento, la razón de ser de nuestra misión: anunciar al Señor que colma toda esperanza humana y el cual busca estar siempre cerca del ser humano para ayudarlo, orientarlo y encaminarlo por la autorealización.
Para quienes estudiamos o trabajamos en el Colegio Salesiano de San Roque, sabemos muy bien que dentro de nuestro Escudo siempre encontraremos, sobre el bolsillo de nuestras camisas diarias o camisetas de deporte, estos signos que nos invitan a asumir la pedagogía Salesiana como una manera de comprometernos con nuestro cristianismo y llegar a ser cualificados "buenos cristianos y honestos ciudadanos."


I. LA VIRTUD TEOLOGAL DE LA FE

1. Definición
Es un don, una luz divina por la cual somos capaces de reconocer a Dios, ver su mano en cuanto nos sucede y ver las cosas como Él las ve. Por tanto, la fe no es un conocimiento teórico, abstracto, de doctrinas que debo aprender. La fe es la luz para poder entender las cosas de Dios
2. Características: 
a) La fe es un encuentro con Dios, con su designio de salvación. Y con la fe el hombre responde libremente a ese encuentro con Dios entregándose a Él, con la inteligencia y la voluntad.
b) La fe es sencilla, no está hecha de elucubraciones y discursos, sino de verdadera adhesión a Dios, como María, como Abraham. 
c) La fe es vital, es decir, debe cambiar mi vida, demostrarse en mi vida. Por eso, hay que vivir de fe. 
d) La fe es experiencial, es decir, es un conocimiento de Dios en la intimidad. Los que tienen fe gozan de Dios. No es un sentimiento, sino un conocimiento del espíritu que Dios nos concede para intimar con Él. Este conocimiento experimental de Dios tiene sus momentos privilegiados para manifestarse a las almas: en el sacrificio, el dolor, en los momentos de prueba, cuando se requiere de humildad y de un mayor desprendimiento de sí mismos. 
e) La fe es objetiva, es decir, no se queda a nivel subjetivo, intimista, sino que creemos en un Dios que se ha revelado a través de la Palabra que hemos recibido de la Iglesia; Palabra que es preciso conocer, aprender y hacerla vida. Los dogmas de la Iglesia son luces en el camino de nuestra fe; lo iluminan y lo hacen seguro. 
f) La fe termina en compromiso. Compromete mi vida con Dios en la fidelidad a su Ley y en la donación total a Él. Compromiso de defenderla con mi palabra y testimonio, alimentarla con la continua lectura y meditación de la Biblia y difundirla a mi alrededor en el apostolado. 
II. LA VIRTUD TEOLOGAL DE LA ESPERANZA
¿Cómo debe reaccionar un cristiano ante el mal, los problemas, las dificultades de la vida? Hay quienes caen en el desaliento y piensan que no hay nada que hacer, que todo es inútil. Hay otros que dicen que nuestra esperanza es ingenuidad e idealismo. Hay quien nos dice que la esperanza es algo egoísta. 
¿Por qué no es propio de un cristiano el desaliento y la desesperación? ¿En verdad Dios actúa en nuestras vidas? ¿Cuál debe ser la mayor aspiración de un cristiano?
1. Definición
Es la virtud teologal por la cual deseamos a Dios como Bien Supremo y confiamos firmemente alcanzar la felicidad eterna y los medios para ello.
2. Fundamento
Vivo confiado en esta esperanza porque creo en Cristo que es Dios omnipotente y bondadoso y no puede fallar a sus promesas. Así dice el Eclesiástico: “Sabed que nadie esperó en el Señor que fuera confundido. ¿Quién que permaneciera fiel a sus mandamientos, habrá sido abandonado por Él, o quién, que le hubiere invocado, habrá sido por Él despreciado?Porque el Señor tiene piedad y misericordia” (2, 11-12).
3. Efectos
a) Pone en nuestros corazón el deseo del cielo y de la posesión de Dios, desasiéndonos de los bienes terrenales.
b) Hace eficaces nuestras peticiones.
c) Nos da el ánimo y la constancia en la lucha, asegurándonos el triunfo.
d) Nos proyecta al apostolado, pues queremos que sean muchos los que lleguen a la posesión de Dios.
4. Obstáculos
a) Presunción: esperar de Dios el cielo y las gracias necesarias para llegar a él, sin poner por nuestra parte los medios necesarios.
b) Desaliento y desesperación: harta tentados y a veces vencidos en la lucha, se desaniman y piensan que jamás podrán enmendarse y comienzan a desesperar de su salvación.
5. La Eucaristía, prenda del mundo venidero
La esperanza de la venida del Reino se realiza ya de manera misteriosa y verdadera en la comunión eucarística. La comunión es el comenzar a gustar esa promesa del cielo y alimentar el deseo de la posesión eterna. Es una anticipación de la vida eterna aquí en la tierra. Y es la seguridad y la certeza de nuestra esperanza.
 III. LA VIRTUD TEOLOGAL DE LA CARIDAD (ó AMOR)
La fe y la esperanza no tienen ningún sentido si no desembocan en el amor sobrenatural o caridad cristiana. Por la fe tenemos el conocimiento de Dios, por la esperanza confiamos en el cumplimiento de las promesas de Cristo y por la caridad obramos de acuerdo a las enseñanzas del Evangelio.
1.Definición
Es la virtud por la que podemos amar a Dios y a nuestros hermanos por Dios. Por la caridad y en la caridad, Dios nos hace partícipes de su propio ser que es Amor.
La experiencia del amor de Dios la han vivido muchos hombres. San Pablo dice: “Me amó y se entregó por mí”. Y quienes han experimentado este amor han quedado satisfechos y han dejado todas las seguridades de la vida para corresponder a este amor de Dios.
2. Características del amor de Dios
a) El amor de Dios es lo más cierto y lo más seguro: existió desde siempre, estaba antes que naciéramos. Una vez que es encontrado, se llega incluso a tener la sensación de haber perdido inútilmente el tiempo, entretenidos y angustiados por muchas cosas por las que no merecía la pena haber luchado y vivido.
b) El amor de Dios es sólido y firme, es como la roca de la que nos habla el evangelio. El amor humana hay que sostenerlo continuamente, alimentarlo constantemente...so pena de apagarse.
c) El amor de Dios es siempre nuevo, fresco y bello en cada instante. La experiencia de san Agustín es muy reveladora: ¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y así por fuera te buscaba; y deforme como era me lanzaba sobre las cosas hermosas que Tú creaste. Tú estabas conmigo mas yo no estaba contigo... Me llamaste y clamaste y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré y ahora te anhelo; gusté de Ti, y ahora siento hambre y sed de Ti; me tocaste y deseé con ansia la paz que procede de Ti (Confesiones).
d) El amor de Dios es perpetuo, no se acaba, no se cansa, no tiene límites. Si hay dificultades no es por Dios.
3. Características del amor
a) La sinceridad y la pureza: debe ser un amor que nace de la interioridad de la persona. No puede ser un amor de apariencias. Jesús mira siempre el corazón de la gente y por eso alaba a esa pecadora arrepentida y echa en cara la hipocresía de los fariseos. 
b) El servicio al necesitado: socorrer al que tiene necesidad en el cuerpo o en el alma. Cristo cura las enfermedades, da de comer, consuela a los tristes, ilumina la mente y el corazón, ofrece el perdón. Servir al otro, porque percibimos el valor de las almas y de su salvación.
c) El perdón y la misericordia: son las expresiones más exquisitas del amor que Dios nos ofrece, a través del ejemplo de su Hijo Jesucristo. Posiblemente la faceta del perdón que más cuesta es el olvido de las injurias y de la difamación. Solamente la gracia de Dios puede conceder la paz, el perdón y el amor hacia el difamador.
d) Universalidad y delicadeza: Universal, porque tengo que amar a todos, por ser hijos amados de Dios. Delicada, porque busca manifestarse en las cosas pequeñas, tiene en cuenta las características y sensibilidad de cada persona.
4. Himno a la caridad de san Pablo (1 Cor, 13, 1ss)
a) Es paciente, no se irrita: paciencia no es ese encogerse de hombros ante las contrariedades y aguantar hasta tiempos mejores, ni ese “qué se le va hacer”. Es aguante pero positivo -cara a Dios- que se sobrepone a la indiferencia, a las contrariedades, a los malos tiempos, a la ingratitud, porque descansa en Dios.
b) Es benigna: engendra el bien, dulzura, bondad
c) No es envidiosa, ni se hincha: porque se da.
d) Todo lo tolera, no es interesada
e) Todo lo excusa, no es descortés, todo lo espera
f) Se complace en la verdad.
G) La caridad no pasará jamás.
5. Resumen de la ley
Jesucristo en el Evangelio predica el amor a Dios sobre todas las cosas y el amor al prójimo como a sí mismo, como el principal mandamiento. Predica las dos reglas como único mandamiento. Esto quiere decir que el amor de Dios y a Dios, cuando es verdadero, hace brotar necesariamente el amor hacia los hombres, nuestros hermanos. 
La caridad divina tiene la peculiaridad de vaciarnos del egoísmo y de vivir en todo la entrega y la generosidad, es decir, el amor. Cuando hay discordias y egoísmos, Dios no está en esa alma. Pero cuando hay apertura, sencillez, disponibilidad, desapego, servicio, perdón...entonces es señal de la presencia de Dios en esa alma.
El amor al prójimo significa búsqueda del bien de todos los hombres que están al alcance de tus obras: tus familiares, amigos, compañeros de estudio o trabajo, todos aquellos que caminan contigo, aún los que te han causado algún daño.
CONCLUSIÓN
En el amor de Dios se crece cada día, practicándolo y abnegándose. En el amor se camina, se crece, con la gracia de Dios. Este amor se demuestra cumpliendo la voluntad de Dios, observando sus mandamientos, poniendo atención a las inspiraciones del E.S., siendo fieles a los deberes del propio estado.
El que tiene verdadera caridad es un apóstol entre sus hermanos y es capaz de superar todo temor y respeto humano.